PROCESO DE INTERVENCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL EN LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS FAMILIARES MODELO SISTÉMICO

Antecedentes:

La intervención de Trabajo Social en los contextos familiares cada día van abarcando un amplio campo de acción profesional, debido a las múltiples problemáticas que se generan alrededor del sistema familiar por diferentes realidades. Por tal razón se requiere de un análisis más detallado para identificar las situaciones problemáticas y así generara procesos de cambio, por medio de la intervención profesional de Trabajo Social con familias, por lo tanto: la influencia del Trabajo Social en el desarrollo de la intervención familiar y específicamente en la terapia familiar es reconocida desde, las primeras conceptualizaciones del funcionamiento familiar, surgen del aporte de Trabajo Social, quienes desde el comienzo de la disciplina se han preocupado de la familia como la unidad social en que focalizan sus intervenciones .

El modelo sistémico surgió en los años cincuenta al mismo tiempo que la terapia familiar como un marco conceptual para abordarla, para comprender la complejidad de fenómenos interrelacionados que ocurren en su seno. La familia, es un grupo natural que con el curso del tiempo ha creado pautas de interacción con las cuales rige su comportamiento y recrea una determinada estructura. La metodología sistémica incluye todos estos elementos en su explicación de la familia ayudando a los trabajadores sociales a descubrir la dinámica familiar y el juego interno de la familia que acude a pedir ayuda.

Es decir, el Trabajo Social pretende desde su quehacer profesional estructurar procesos de cambio que involucren a los individuos inmersos en los diferentes contextos para guiarlos en la búsqueda de soluciones que les brinde oportunidades de cambio que se deben sostener desde el sentido de apropiación de las personas afectadas; el empoderamiento de sus posibilidades de cambio El pensamiento sistémico ofrece una visión de las circularidades, de los cambios e interdependencias existentes entre la sociedad y la persona, que no ofrecen otros marcos de referencia utilizados por el Trabajo Social.

Para ello, el Trabajo Social sistémico define como principales propósitos de su intervención mejorar la interacción, la comunicación de las personas con los sistemas que les rodean; mejorar las capacidades de las personas para solucionar los problemas; enlazar a las personas con aquellos sistemas que puedan prestarles servicios, recursos y oportunidades; exigir que estos sistemas funcionen de forma eficaz y humana y contribuir al desarrollo y mejora de la política social.

Ante esta visión mecanicista y desvirtuada de los Trabajadores Sociales como personas que resuelven automáticamente los problemas, el paradigma sistémico ofrece como clave principal a tener en cuenta, la modificación del concepto que tiene la familia de lo que es o significa el cambio, haciéndoles ver que su participación en él es realmente la condición que hace posible el poner fin a la situación de conflicto que están viviendo.

En la actualidad, la gran mayoría de terapeutas sistémicos realizan intervenciones individuales, ya sea alternándolas con las familiares, o bien como modalidad única en función de los casos y de la disponibilidad de la familia para el tratamiento. Partiendo de una perspectiva sistémica, Ripol-Millet (1993) plantea que la función del mediador en las familias consiste en ayudar a la pareja a resolver los conflictos y facilitar la comunicación de manera que sea ella misma la que alcance decisiones satisfactorias y viables para ambas partes.

El mediador debe velar por las necesidades de la pareja pero especialmente las de los hijos, favoreciendo la relación familiar posterior al divorcio entre todas las partes. Según el diccionario de Trabajo Social, intervención es el proceso sistémico, coherente que se orienta fundamentalmente en la orientación/transformación de alguna problemática social que puede ser de orden individual, institucional o colectivo.

Es una acción específica del Trabajador (a) Social con relación a los sistemas o procesos humanos para producir cambios que desarrollen la capacidad de reacción e iniciativa del usuario para estimularlo a recuperar su propia capacidad de llevar a cabo sus propias acciones, de emprender actividades que sirvan para eliminar las causas de su situación de malestar. (Ander-Egg, Diccionario de Trabajo Social, 2012)

Pincus y Minham (1973) delimitan cuatro sistemas básicos a los que va dirigida la actividad del Trabajo Social que son:

a) Sistema agente de cambio: El Trabajador Social puede ser considerado un sistema de cambio, al igual que la organización que brinda servicio social puede ser pública o privada en el que se encuentra empleado.

b) El sistema de los clientes: Se usa para referirse o los individuos, familia, grupo, comunidad, que demanda ayuda de un agente de cambio.

c) El sistema de destinatarios/objetivo: Son aquellas personas sobre las que el agente de cambio quiere ejercer su influencia con el fin de obtener el objetivo deseado.

d) El sistema de acción: Esta expresión, refiere netamente a las personas involucradas con las que va a trabajar el agente de cambio o Trabajador Social para lograr los objetivos de la intervención, sea indirecta y/o indirecta. (Viscarret Garro, 2007, págs. 276 – 277)

Tratamiento:

El modelo sistémico llevado al trabajo social con conflictos familiares incluye para su tratamiento una terapia familiar que ayude a un adecuado manejo de las relaciones e interacción dentro de la familia que permite a los profesionales enfrentarse a la realidad esto permite que el trabajador social logre identificar la problemática de un determinado conflicto, comenzando su análisis desde el contexto familiar hasta la contextualización social, para conseguir la información que se desea obtener se parte de la observación, es muy importante reconocer que la comunicación dentro del sistema familiar esta actúa como proceso organizador encargado del reparto de funciones como son normas, reglas, tareas; conformando así los patrones de conductas familiares y por ende la conducta del usuario.

Conclusión:

La familia y el bienestar del niño, ha sido uno de los objetivos principales en la intervención de los profesionales.

La distribución de poder (jerarquía) es un aspecto muy importante en el nuevo sistema puesto que ambos cónyuges deben ostentar poder sobre la base de la negociación para el establecimiento de reglas y para la resolución de conflictos

La orientación familiar y el trabajo social coinciden en perseguir el desarrollo personal de los miembros del grupo familiar.

El trabajador social en los distintos campos de práctica intenta conseguir, mediante la aplicación de recursos, unas formas de vida más satisfactoria para todos los integrantes de la familia.

Recomendación:

Se recomienda superar la utilización de modelos tradicionales y aplicar el modelo de intervención sistémico dentro del quehacer profesional, puesto que dicho modelo responde a problemas sociales surgidos de sociedades complejas como las actuales.

Para ayudar a estas familias desde el modelo sistémico, debemos dejar de ver los problemas como individuales para verlos como un problema de interacción social .

Cuando trabajemos con personas no podemos centrarnos únicamente en el individuo que tenemos delante, puesto que esa persona forma parte de sistemas, por los que es influido y en los que influye.

Se debe poner más atención a los individuos con los que se está trabajando,para que el Trabajador Social intervenga a través de terapias familiares para llegar a una posible solución ante algún problema o conflicto que atraviese el grupo familiar.

Referencia bibliográfica:

Ander-Egg, E. (25 de Febrero de 2012). Diccionario de Trabajo Social. Recuperado el 22 de Mayo de 2014, de http://diccionariodetrabajosocialcolombia.blogspot.com/

Pincus, A., & Minahan, A. (1973). La Práctica del Trabajo Social: modelo y método.

Michigan: F. E. Peacock. Rondón, L. M. y Munuera. P. M. (2009). Mediación Familiar: Un nuevo espacio de intervención para trabajadores sociales.

Trabajo social , 11, 25-41 Viscarret Garro, J. J. (2007). Modelos y Métodos de intervención en Trabajo Social. Madrid: Alianza Editorial.

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