JOZA BRAVO SILVIA YAMILETH
RESUMEN
La cultura empresarial concede mayor atención a la creación de nuevas empresas, hay una urgente necesidad de una mejor comprensión de las actitudes de los estudiantes, los potenciales empresarios del futuro. Los resultados empíricos demuestran que los estudiantes que han desarrollado competencias relacionadas con la gestión, la percepción de las normas sociales sobre el espíritu emprendedor, y viven en un ambiente que promueve y fomenta este espíritu emprendedor tienen un mayor deseo de convertirse en empresarios. Esto apoya el argumento de que el espíritu dicho es un proceso que se puede aprender y que debería ser fomentado desde facultades y por docentes con una mayor relación con el emprendimiento.
PALABRAS CLAVES:
Emprendimiento, educación emprendedora, universitarios, cultura empresarial
ABSTRACT
Business culture gives more attention to the creation of new companies, there is an urgent
need for a better understanding of the attitudes of students, potential entrepreneurs of the future.
The empirical results show that students who have developed competences related to
management, the perception of social norms about the entrepreneurial spirit, and live in an
environment that promotes and fosters this entrepreneurial spirit have a greater desire to become
entrepreneurs. This supports the argument that the said spirit is a process that can be learned and
that it should be fomented from faculties and by teachers with a greater relation with the
entrepreneurship.
.
KEYWORDS
Entrepreneurship, entrepreneurial education, university, business culture
Introducción
La evidente reducción de la capacidad del sistema empresarial para absorber a las nuevas generaciones de titulados universitarios, jóvenes cada vez más preparados académicamente, ha provocado que cada vez más las universidades se impliquen en políticas de fomento del emprendimiento, con el objetivo explícito de despertar en los estudiantes el espíritu emprendedor y ofrecerles no solo formación complementaria en competencias emprendedoras, sino también apoyo directo a la creación de nuevas empresas como estrategia de transferencia del conocimiento aprendido y generado en la etapa universitaria.
Muchos autores han demostrado la importancia de la capacidad emprendedora como motor de desarrollo económico. Así, ya en los noventa, autores como Malecki (1997) y Reynolds (1994) aprecian una clara relación entre emprendimiento y desarrollo local y regional, y señalan que una alta tasa de creación de nuevas empresas es necesaria para el crecimiento económico. Kuratko (2005) indica que las organizaciones emprendedoras hacen dos contribuciones fundamentales a las economías de mercado: por un lado, son una parte crucial del proceso de renovación que define y caracteriza una economía de mercado, jugando con su capacidad innovadora un papel crucial en el proceso de cambio tecnológico y el crecimiento de la productividad. Por otro lado, a través de la puesta en marcha de nuevos negocios es como muchas personas buscan una forma de ganarse la vida y lograr el éxito financiero.
Las Universidades, conscientes de estos cambios, han desarrollado programas dirigidos a la formación en aspectos relacionados específicamente con la creación de empresas: creatividad, valorización de ideas, análisis de mercados, planificación, toma de riesgos, resolución de problemas, etc., que se unen a aquellas relacionadas con la gestión de empresas ya existentes, en las que está basada la formación más tradicional.
Este auge de la formación en emprendimiento provoca la necesidad de analizar en profundidad no solo el lado de la oferta (efectividad de los programas diseñados para promover el emprendimiento), sino también el lado de la demanda, esto es, las actitudes de los estudiantes -potenciales emprendedores del futuro- hacia la creación de nuevas empresas.
Las variables de las que depende esa propensión a convertirse en emprendedor entre los universitarios constituyen el foco de interés en numerosos estudios (Martínez et al, 2012; Freire y Teijeiro, 2009; Karhunen y Ledyaeva, 2010). En un sentido amplio, se han identificado tres categorías de factores para medir la intención emprendedora: además de los datos demográficos (como edad, género, lugar de nacimiento, etc.), el potencial emprendedor de los estudiantes depende de las interacciones entre las características (rasgos) personales (como propensión a los riesgos, creatividad y motivación), y factores contextuales relacionados con aspectos como la familiaridad o la experiencia previa en actividades emprendedoras, la educación formal y el tipo de materias, áreas de estudio y curso del estudiante.
Avanzini (2009) aborda las dimensiones clave para la construcción de una buena medida de emprendimiento:
La actividad empresarial: incluye variables de supervivencia y dinámica empresarial y la distinción entre propiedad y dirección.
Empleo: la relación entre los nuevos puestos de trabajo y nuevas empresas para medir el impacto de la iniciativa emprendedora en el empleo.
Actividad económica: zonas más emprendedoras reflejan una mayor creación de empresas, mayor cuota de mercado y aumento del comercio internacional.
Espíritu, cultura e iniciativa emprendedora: características únicas y especiales del emprendedor, como la propensión emprendedora, habilidades personales, las razones para emprender y el contacto con otros emprendedores.
Barreras a la actividad y retorno: el entorno empresarial, la disponibilidad de recursos y apoyo institucional para ayudar a crear nuevas empresas.
La búsqueda de conocimiento, la inversión y los recursos destinados a I + D, las actividades empresariales y recursos humanos.
Innovación: nuevos mercados, nuevos productos o nuevos métodos de los productos y mercados existentes.
Si nos referimos al análisis de la actividad emprendedora entre los estudiantes universitarios, éste se ha constituido como un campo de estudio propio. Así, en el trabajo de Teixeira y Forte (2009) se señalan aspectos de relevancia específica para los estudiantes universitarios, como son la educación emprendedora y la actitud de los alumnos hacia el emprendimiento.
Uno de los aspectos más importantes, y en los que la Universidad cobra una vital importancia, es el tema de la educación emprendedora. Así, Laspita et al. (2007) señalan la influencia del entorno educativo actuando de forma positiva en el emprendimiento y Duccker (1985) se refiere a “la mística del emprendimiento” señalando que “no es magia, no es misterioso, y no tiene nada que ver con los genes. Es una disciplina. Y, como cualquier otra disciplina, puede ser aprendida”.
Conclusión
La cultura empresarial es un conjunto de valores, creencias y aptitudes que fortalecen la
convicción en la virtud de la gente de ser independiente, de hacer lo que ellos desean hasta cierto punto, de incrementar la capacidad de la gente de controlar su propia vida. Sin embargo, el trabajo que debemos hacer no debe quedarse tan solo en el desarrollo de las mencionadas
esencias de la cultura empresarial, pues también debemos desarrollar las oportunidades para que
los jóvenes conozcan el papel del Espíritu Empresarial y puedan hacer un verdadero contacto con las características que él involucra.
Referencias Bibliográficas
Malecki, E. J. (1997): “Entrepreneurs, networks, and economic development: a review of recent
research”; en Katz, J.A., Borckhaus, R. (Eds.), Advances in Entrepreneurship, Firm Emergence
and Growth, JAI Press, Greenwich.
Reynolds, P. (1994): “Reducing Barriers to Understanding New Firm Gestation: Prevalence and
Success of Nascent Entrepreneurs.” Unpublished paper, presented at the meeting of the
Academy of Management, Dallas, Texas.
Kuratko, D. F. (2005): “The Emergence of Entrepreneurship Education: Development, Trends,
and Challenges”, Entrepreneurship Theory and Practice, vol. 29, pp. 577-598. doi:
10.1111/j.1540-6520.2005.00099.x
Martínez Mateo, J.; Mira Solves, I.; Gómez Gras, J. M. (2012): “Influencias de las percepciones
personales sobre la actividad emprendedora naciente. Una perspectiva de género a través de
diferentes entornos económicos”, Economía Industrial, vol. 383 (1), pp. 53-64.
Freire Seoane, M.J.; Teijeiro Álvarez, M. (2009): ·”Análisis de los factores que afectan a la
decisión de ser emprendedor”. Cuadernos de Economía, vol. 32, no. 90, pp. 5-28.
Avanzini, D. B. (2009): “Designing Composite Entrepreneurship Indicators: An Application Using
Consensus PCA”, in Entrepreneurship and Economic Development: Designing Composite
entrepreneurship Indicators, Wim Naudé, ed., Palgrave MacMillan, 2011.
Teixeira, A.; Forte (2009): “Unbounding entrepreneurial intents of university students: a
multidisciplinary perspective”, FEP Working Papers, num. 322, Universidade do Porto,
Faculdade de Economia do Porto.
Laspita; S.; Chlosta, S.; Klandt, H; Scheiner, C.; Brem,A.; K.; Voigt, K. (2007): “Students’
Attitude towards Entrepreneurship: Does Gender Matter?”, Review of International Comparative
Management, vol. 8 (4), pp. 92-118.
Drucker, P. F. (1985): Innovation and entrepreneurship, New York: Harper & Row